Las úlceras bucales, aunque pequeñas en tamaño, pueden tener un gran impacto en nuestra vida cotidiana, provocando dolor y molestias con cada palabra o bocado que damos. Pero, ¿qué son realmente estas lesiones y cómo podemos manejarlas de manera efectiva? A lo largo de este artículo descubriremos todo sobre ellas, desde sus causas hasta las posibles estrategias de prevención.
¿Qué son las úlceras bucales?
Las úlceras bucales son lesiones abiertas y dolorosas que aparecen en la mucosa del interior de la boca. A diferencia de las heridas externas, estas úlceras son particularmente sensibles al contacto con alimentos y bebidas, lo que puede agravar su incomodidad.
Y, ¿qué las causa? Las razones varían desde una simple mordida accidental en el interior de la mejilla hasta un desajuste en el sistema inmune del cuerpo. Factores como el estrés, ciertas deficiencias nutricionales o incluso algunas enfermedades sistémicas pueden ser desencadenantes.
Diferencia entre aftas y úlceras bucales
Aunque a menudo se confunden con aftas (de las cuales ya hablamos en un artículo anterior), no responden exactamente a lo mismo. Hay diferencias entre aftas y úlceras bucales. Mientras que las aftas son generalmente pequeñas y redondas, las úlceras pueden presentar una variedad de formas y tamaños y, en algunos casos, pueden ser indicativo de condiciones médicas más graves. Este conocimiento no sólo es vital para un diagnóstico correcto, sino también para la elección del tratamiento adecuado.
¿Cuáles pueden ser las causas de las úlceras bucales?
Como acabamos de comentar, las causas de las úlceras bucales pueden ser variadas, y a menudo, es una combinación de factores lo que contribuye a su aparición.
Uno de los desencadenantes más comunes es el trauma físico, como morderse accidentalmente el interior de la mejilla, el uso de aparatos de ortodoncia, o cepillados dentales agresivos. Las sensibilidades alimenticias también juegan un papel importante; alimentos ácidos o picantes, así como ciertas especias, pueden irritar la mucosa bucal.
Las deficiencias nutricionales, particularmente de vitaminas B12, hierro y ácido fólico, están estrechamente relacionadas con el desarrollo de úlceras. Además, factores sistémicos como el estrés, las fluctuaciones hormonales (como las que ocurren durante el ciclo menstrual en mujeres), y algunas condiciones médicas, incluyendo enfermedades autoinmunes y trastornos gastrointestinales, pueden predisponer a una persona a sufrir estas heridas.
Es importante destacar que, en algunos casos, las úlceras bucales pueden ser un indicador de afecciones más serias. Por ejemplo, enfermedades como la enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn, y el VIH/SIDA pueden manifestarse inicialmente con úlceras en la boca. Por tanto, si las úlceras son recurrentes, severas, o no cicatrizan, es esencial buscar asesoramiento médico para descartar estas condiciones.
Síntomas y diagnóstico de las úlceras bucales
Las úlceras bucales se caracterizan principalmente por una o varias lesiones dolorosas en la boca, que pueden hacer difícil la ingesta de alimentos y el habla. Estas lesiones suelen ser redondas u ovaladas, con un centro blanco o amarillento y un borde rojo. Aunque el dolor suele disminuir en unos días, la cicatrización completa puede tardar hasta dos semanas.
El diagnóstico de las úlceras bucales generalmente se hace mediante un examen visual por parte de un profesional de la salud. En casos donde las lesiones son atípicas, recurrentes, o acompañadas de otros síntomas sistémicos, se realizan pruebas adicionales como análisis de sangre para descartar deficiencias nutricionales, enfermedades autoinmunes, o infecciones.
Aprovechamos para recalcar que hay que buscar atención médica si las úlceras persisten más de tres semanas, si se presentan frecuentemente, o si están acompañadas de síntomas como fiebre, dificultades para tragar, ya que pueden ser signo de condiciones subyacentes más serias.
¿Cómo tratar las úlceras bucales?
El tratamiento de las úlceras bucales se centra principalmente en aliviar el dolor y promover la curación. Aunque en la mayoría de los casos suelen desaparecer por sí solas, existen varias opciones para acelerar este proceso y reducir las molestias.
Enjuagues bucales
Los enjuagues bucales medicados es la opción más recomendada, ya que ayudan a limpiar la zona afectada y además contienen ingredientes activos para aliviar el dolor o reducir la inflamación.
Tratamientos tópicos
Los tratamientos tópicos, como las cremas, geles o parches que se aplican directamente sobre la úlcera, contienen anestésicos locales o agentes antiinflamatorios. Estos productos ayudan a disminuir el dolor y la inflamación, facilitando las actividades diarias como comer y hablar.
Medicamentos orales
En casos más graves o para úlceras recurrentes, un médico puede recetar medicamentos orales, que pueden incluir corticosteroides o suplementos de vitaminas y minerales en caso de deficiencias nutricionales.
Es importante destacar que, aunque los remedios caseros como enjuagues con agua salada pueden proporcionar alivio temporal, no sustituyen el consejo y tratamiento profesional, especialmente en casos de úlceras severas o recurrentes.
¿Se pueden prevenir las úlceras bucales?
Prevenir las úlceras bucales es a menudo más efectivo que tratarlas una vez que aparecen. Aquí hay algunas estrategias de prevención:
Buena higiene oral:
Un cepillado regular junto con el uso de hilo dental y enjuagues bucales reduce significativamente el riesgo de úlceras bucales. En estos casos, lo ideal es que los cepillos de dientes sean de cerdas suaves para no causar más irritación en la boca en la boca.
Dieta equilibrada:
Mantener una dieta rica en vitaminas y minerales, especialmente vitamina B, hierro y zinc, fortalece la resistencia del cuerpo contra estas lesiones. Evitar alimentos con bordes afilados o crujientes que puedan causar pequeños cortes o lesiones en la boca también es importante.
Manejo del estrés:
El estrés es un factor conocido en la aparición de úlceras bucales. Prácticas como el ejercicio regular, la meditación o la terapia son útiles para ello, al igual que dormir lo suficiente ya que contribuye a tener un sistema inmunológico más fuerte.
Evitar traumatismos bucales:
Ser consciente de evitar mordiscos accidentales y usar protectores bucales durante actividades deportivas puede prevenir lesiones que se conviertan en úlceras.
Revisiones dentales regulares:
Las visitas regulares al dentista para chequeos y limpiezas ayudan a identificar y tratar problemas que podrían contribuir a la formación de úlceras bucales.
La implementación de estos hábitos no sólo ayuda a prevenir las úlceras bucales, sino que también contribuye a una mejor salud oral y general.
