El gusto, uno de nuestros cinco sentidos básicos, nos permite disfrutar de la amplia gama de sabores que nos ofrece la comida y la bebida, y juega un papel crucial en la selección de alimentos nutritivos y la detección de aquellos que pueden ser dañinos. Sin embargo, cuando este sentido se ve afectado por una condición como la disgeusia, las experiencias cotidianas relacionadas con la alimentación pueden volverse realmente desagradables.

A lo largo de este artículo, conoceremos en profundidad la disgeusia, desde su definición y clasificación hasta sus causas y las diferentes opciones de tratamiento disponibles. ¿Nos acompañas?

¿Qué es la disgeusia?

El sentido del gusto es complejo y depende de la interacción entre las papilas gustativas que hay en la lengua y las vías nerviosas que transmiten la información al cerebro. La disgeusia, que se define como una alteración en la percepción del gusto, puede ocurrir debido a problemas en cualquiera de estas dos áreas.

Se manifiesta de diversas maneras, siendo la más habitual la sensación de que los alimentos tienen un sabor metálico, amargo o ácido, incluso cuando no deberían.

Si bien la disgeusia puede ser temporal o crónica, y su severidad variar con el tiempo, hay que informar al médico o al dentista lo más pronto posible de ello, puesto que, debido a los cambios en la percepción del sabor, se disfrutaría menos con la comida y esto llevaría a una reducción en la ingesta alimentaria e incluso, en casos severos, a problemas de desnutrición.

¿Qué tipos de disgeusia hay?

Hay diferentes tipos de disgeusia, según cómo se vea afectado el sentido del gusto:

  • Parageusia: sensación de sabor metálico o amargo persistente en la boca.
  • Fantogeusia: percepción de sabores inexistentes, incluso cuando no hay comida o bebida en la boca.
  • Hipogeusia: disminución de la capacidad para detectar sabores.
  • Ageusia: pérdida total del sentido del gusto

En función de esto, cada tipo de disgeusia tendrá sus causas y tratamientos específicos, lo que resalta la importancia de un diagnóstico preciso y personalizado.

¿Cuáles son las causas de la disgeusia?

Disgeusia

Las principales causas de la disgeusia son las siguientes:

Medicamentos:

Varios medicamentos pueden provocar disgeusia como efecto secundario. Entre los más comunes se encuentran los antibióticos, antidepresivos, antihistamínicos y medicamentos para la hipertensión. Estos fármacos son capaces de alterar las papilas gustativas y afectar las vías nerviosas responsables del sentido del gusto.

Enfermedades:

Diversas enfermedades contribuyen a la disgeusia. Por ejemplo, las infecciones respiratorias, como resfriados y sinusitis, alteran temporalmente el sentido del gusto. Trastornos neurológicos, como la enfermedad de Parkinson, y diversos problemas dentales, como la periodontitis, también pueden causar disgeusia. Además, deficiencias nutricionales, especialmente de zinc y vitamina B12, parecen tener relación con ella.

Tratamientos médicos:

La quimioterapia y la radioterapia, especialmente cuando se dirigen a la cabeza y el cuello, son conocidas por alterar el gusto. Estos tratamientos, debido a su agresividad, terminan dañando las células de las papilas gustativas o los nervios involucrados en la percepción del gusto, lo que resulta en una percepción alterada de los sabores.

¿Cómo impacta la disgeusia en la vida diaria?

Tal y como comentamos anteriormente, la alteración del gusto puede llevar a una disminución del apetito, ya que los alimentos se perciben como desagradables o insípidos.

¿Qué implica esto? Pues si se mantiene en el tiempo la disminución de las ganas de comer, habrá pérdida de peso y deficiencias nutricionales importantes.

La pérdida de placer en la alimentación puede también tener un impacto emocional, contribuyendo a sentimientos de frustración y tristeza. Cuando se deja de disfrutar con la comida, la interacción con otras personas podría verse afectada, ya que muchas actividades sociales giran en torno a la comida y la bebida. En casos severos, la disgeusia puede llevar a la depresión, especialmente si el trastorno persiste durante un tiempo prolongado.

¿Qué opciones de tratamiento hay para la disgeusia?

Para solucionar este desagradable problema, recomendamos seguir los siguientes pasos:

Diagnóstico adecuado:

Lo primero que hay que hacer para tratar la disgeusia es obtener un diagnóstico preciso. Para ello, se deberá consultar a un médico, quien puede realizar un examen físico, revisar el historial médico y posiblemente solicitar pruebas adicionales para identificar la causa que se esconde detrás de la alteración del gusto.

Tratamiento de la causa:

Una vez identificada la causa de la disgeusia, el tratamiento se enfoca en abordarla directamente. Si la disgeusia es causada por medicamentos, el médico tendrá que ajustar la dosis o cambiar el fármaco. En el caso de infecciones o problemas dentales, además de prescribirse medicamentos específicos como antibióticos, se tendrá que acudir al dentista lo más rápido posible.

Terapias de rehabilitación:

Existen técnicas para ayudar a mejorar la percepción del gusto, como la estimulación gustativa, que implica la exposición a diferentes sabores para «reentrenar» las papilas gustativas. Además, el uso de agentes de enjuague bucal y productos que estimulan la salivación también ayuda a mejorar los síntomas.

Modificaciones dietéticas:

Cambiar la dieta puede aliviar las sensaciones desagradables de la comida. Se recomienda evitar alimentos que agraven los síntomas y experimentar con diferentes sabores y texturas para encontrar aquellos que se toleren mejor. Mantener una buena hidratación y una higiene bucal adecuada también es importante.

Saborizantes artificiales:

Igualmente se pueden agregar saborizantes artificiales a los alimentos y bebidas para mejorar su palatabilidad.

Soporte nutricional:

Como último recurso, si la disgeusia está afectando la ingesta de alimentos, es posible que sea necesario recibir soporte nutricional a través de suplementos o alimentación por sonda.

Afortunadamente, con el diagnóstico y tratamiento adecuados, el problema de la disgeusia es fácil de solucionar. Así que, si experimentas cambios en el gusto, no dudes en comunicárselo a tu médico. También puedes consultarlo con los profesionales de nuestra clínica dental en Málaga, ya que cuidar de tu boca es siempre nuestra prioridad.

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