¿Te ha pasado que, al lavarte los dientes, ves un poco de sangre en tu cepillo? No te preocupes, no eres el único. Muchas personas experimentan sangrado de encías en algún momento de su vida. Si bien no siempre es un signo de una condición dental grave, es importante conocer las causas y los tratamientos disponibles para prevenir su empeoramiento.
Índice del artículo
¿Por qué sangran las encías?
El sangrado de encías puede ser causado por una serie de factores. El más común es la acumulación de placa dental, una capa pegajosa y sin color de bacterias que se forma en los dientes y en las encías todos los días.
Si no se elimina a través del cepillado y el uso de hilo dental, la placa irrita la zona y puede provocar su inflamación, enrojecimiento y sangrado. Esto se conoce como gingivitis y es una fase temprana de la enfermedad de las encías.
Cuando se trata temprano, la gingivitis es reversible y no causa daño permanente, pero si no se soluciona, puede derivar en periodontitis, una forma más grave de esta afección que puede incluso ocasionar la pérdida de piezas dentales.
Por otro lado, las mujeres embarazadas pueden experimentar sangrado de encías debido a los cambios hormonales que ocurren durante la gestación, especialmente durante el segundo y tercer trimestre.
De igual manera, las personas diabéticas también tienen mayor riesgo de desarrollar gingivitis, ya que la diabetes afecta el sistema inmunológico y hace que las encías sean más susceptibles a la inflamación y el sangrado.
Además, factores como el tabaquismo, una mala higiene bucal, la falta de vitaminas (en concreto la vitamina K, que es necesaria para la coagulación sanguínea) y ciertos medicamentos también pueden contribuir al sangrado de encías.
¿Sangrado de encías al dormir o sin cepillarse?
Si experimentas sangrado de encías de forma esporádica, es decir, sin que sea en el rato de cepillarte o especialmente al despertar, es casi seguro que tengas un problema de placa dental.
Cuando duermes, la saliva disminuye, lo que hace que las bacterias en la boca crezcan y se multipliquen, y esto conduce a la acumulación de placa dental. Si no te cepillas antes de acostarte, esta placa se acumula y puede irritar las encías, provocando así que estas sangren.
Es importante recordar que el sangrado de encías no es algo normal y no debe ignorarse. Si experimentas sangrado de encías de manera frecuente, debes hablar con tu dentista para determinar la causa y recibir un tratamiento adecuado.
La ayuda temprana puede prevenir que la gingivitis progrese a una enfermedad periodontal más grave que implique la pérdida de dientes y otros problemas de salud bucal.
Cómo prevenir el sangrado de encías
Hay una buena noticia y es que, en la mayoría de los casos, el sangrado de encías puede prevenirse con una buena higiene oral y un estilo de vida saludable.
Para comenzar, asegúrate de cepillarte los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de dientes suave y usar hilo dental regularmente. A mayores, quizás sería recomendable un colutorio con clorhexidina si la inflamación o el enrojecimiento son persistentes.
También es importante evitar fumar y reducir el consumo de alimentos y bebidas azucaradas. Intenta seguir una dieta equilibrada, en la que se incluyan alimentos ricos en vitamina K como las espinacas, el brócoli o la coliflor.
Además, debes visitar a tu dentista regularmente para una limpieza dental profesional y una evaluación de la salud bucal. Este profesional puede detectar signos tempranos de gingivitis y enfermedad periodontal y brindarte tratamiento para prevenir su progresión.
Cómo tratar el sangrado de encías
Si experimentas sangrado de encías, es importante abordar el problema de inmediato. La mayoría de los casos de sangrado se pueden tratar en casa con algunos cambios simples en la higiene oral y el estilo de vida.
Por ejemplo, comienza mejorando tu higiene oral. Tal y como hemos comentado en el punto anterior, habría que lavarse a conciencia los dientes, a ser posible detrás de cada comida. Trata de no cepillarte con demasiada fuerza, ya que esto puede dañar el tejido de las encías y provocar sangrado.
Por otro lado, para disminuir la inflamación puedes colocar una compresa fría en la cara cerca de las encías afectadas durante unos minutos. Si lo haces varias veces al día, seguramente mejore bastante el problema.
Pero, si tras haber seguido los consejos anteriores el sangrado de encías persiste, deberás programar una cita con tu dentista para una evaluación completa de tu boca y para realizar un tratamiento adicional si fuese necesario. Esto puede incluir una limpieza dental profesional o un raspado y alisado radicular para eliminar la placa bacteriana y las bacterias de debajo de las encías.
También, puedes considerar la terapia láser, que es un tratamiento no invasivo que puede ayudar a tratar el sangrado de encías. El láser penetra en las encías y estimula la regeneración de los tejidos dañados, reduciendo la inflamación y la sangre.
En cualquier caso, sea cual sea el motivo del sangrado de encías, ¡no lo ignores! Recuerda que la salud oral es una parte importante del bienestar y de la salud en general, así que ponle remedio cuanto antes.