Un pequeño bulto transparente en la boca, indoloro, aunque ligeramente molesto… ¿Qué podría ser? Pues lo más probable es que se trate de un mucocele, una diminuta pero reveladora señal de que algo no está del todo bien con las glándulas salivales. Por lo general, no presenta grandes complicaciones, pero ignorarlos puede llevar a algunos problemas a largo plazo, como infecciones o daños mayores en las glándulas salivales. Te invitamos a seguir leyendo para que sepas cómo actuar en el caso de que te aparezca alguno.

¿Qué es un mucocele?

Un mucocele es un quiste de retención de mucosa que se forma cuando una glándula salival menor se obstruye y la mucosidad se acumula en los tejidos circundantes. Las glándulas salivales menores están distribuidas en la mucosa de los labios, mejillas, lengua y paladar, siendo el labio inferior el lugar más común para la aparición de mucoceles.

Estos quistes pueden variar en tamaño desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros de diámetro. La mayoría de los mucoceles son benignos y no causan dolor, aunque pueden ser molestos y causar preocupación estética.

El proceso de formación de un mucocele implica una ruptura del conducto salival, lo que provoca la extravasación de mucina, una sustancia gelatinosa producida por las glándulas salivales. Dicha mucina se acumula en los tejidos blandos, formando una masa palpable.

En casos raros, un mucocele puede formarse en las glándulas salivales mayores, como las glándulas submandibulares o sublinguales, aunque esto es mucho menos común.

Características visuales y físicas

Visualmente, un mucocele aparece como una protuberancia redonda y suave en la mucosa oral. Su color puede variar desde transparente hasta blanquecino o azulado, dependiendo de la profundidad del quiste y la cantidad de mucosidad acumulada.

Los mucoceles más superficiales tienden a ser más translúcidos, mientras que los más profundos pueden parecer más oscuros o azulados debido a la acumulación de mucina debajo de varias capas de tejido.

Al tacto, un mucocele suele sentirse como una burbuja llena de líquido, similar a un pequeño globo de agua. La mayoría de los mucoceles son indoloros, aunque es posible que causen una sensación de plenitud o hinchazón en el área afectada. Si el mucocele es grande o está ubicado en una zona que interfiera con actividades cotidianas como comer o hablar, será bastante más molesto.

En algunos casos, un mucocele puede romperse espontáneamente, liberando la mucosidad acumulada y disminuyendo temporalmente de tamaño. Sin embargo, si la causa por la que se produce la obstrucción no se resuelve, el quiste puede volver a formarse. La recurrencia es común, especialmente si el mucocele se asocia con hábitos repetitivos como morderse los labios o las mejillas.

Causas de formación

Las principales causas de la formación de mucoceles son las siguientes:

Lesiones traumáticas:

Los golpes relativamente fuertes o mordeduras accidentales en el interior de la boca que dañan las glándulas salivales, hacen que se forme un mucocele. Este tipo de trauma es muy habitual en personas que practican deportes de contacto o en niños pequeños que tienden a llevarse objetos a la boca.

Irritación crónica:

Hábitos como morderse los labios o las mejillas repetidamente terminan irritando o dañando las glándulas salivales. La irritación constante causa microtraumas que llevan a la ruptura del conducto salival y, por lo tanto, a la formación de un mucocele.

Obstrucción del conducto salival:

Cuando los conductos salivales se bloquean, la mucosidad se acumula y se forma un quiste. Esta obstrucción puede deberse a depósitos de calcio, pequeñas piedras (sialolitos) o inflamación causada por infecciones.

Cirugía oral o dental:

Procedimientos quirúrgicos en la boca, como la extracción de dientes o la cirugía de encías, dañan los conductos salivales, contribuyendo a la aparición de mucoceles. Las intervenciones invasivas hacen que se extravase la mucina debido a la manipulación de los tejidos blandos.

Opciones de tratamiento

El tratamiento de un mucocele depende de su tamaño, ubicación y los síntomas que cause:

  • Observación: Los mucoceles pequeños que no causan molestias normalmente desaparecen por sí solos sin necesidad de intervención. La resolución espontánea ocurre cuando la glándula salival se desobstruye y la mucosidad se reabsorbe lentamente en el tejido circundante.
  • Extracción quirúrgica: Para mucoceles grandes, recurrentes o que causan fuertes molestias, se suele recomendar la cirugía para extirpar el quiste. Este procedimiento generalmente se realiza bajo anestesia local y consiste en la eliminación completa del mucocele y, en algunos casos, de la glándula salival afectada para prevenir recurrencias.
  • Punción y drenaje: En algunos casos, se puede realizar una punción para drenar el contenido del mucocele. Este procedimiento proporciona un alivio temporal, pero no siempre es una solución permanente, ya que el quiste podría volver a formarse si la causa subyacente no se aborda. La punción es menos invasiva que la cirugía, pero, como acabamos de comentar, es posible que sea necesaria la repetición del procedimiento.

Además de estos tratamientos, algunos mucoceles pueden ser tratados con técnicas menos invasivas, como la crioterapia (congelación del quiste) o la terapia láser, que reducen el tamaño del mucocele y minimizan el riesgo de recurrencia.

Cuidados en casa

Si bien los mucoceles no suelen requerir tratamiento médico urgente, es importante seguir algunas recomendaciones para evitar complicaciones:

  • Evitar automedicarse: No se recomienda intentar drenar el mucocele por cuenta propia, ya que esto causaría infecciones y empeoraría la situación, por introducción de bacterias en la herida.
  • Mantener una higiene oral adecuada: Cepillarse los dientes y usar enjuague bucal ayuda a prevenir infecciones secundarias. Una buena higiene oral es crucial para mantener la salud de la mucosa bucal y prevenir otros problemas en la zona.
  • Evitar irritaciones adicionales: No morder ni frotar el área afectada para permitir que el mucocele se cure. También hay que tratar de cambiar hábitos como morderse las uñas o los labios para evitar recurrencias.

Y si queremos aliviar las molestias, resulta muy útil aplicar compresas frías en el área afectada para reducir la hinchazón y la inflamación, o incluso tomar algunos analgésicos de venta libre

¿Cuándo buscar atención médica?

Es necesario buscar atención médica si el mucocele:

  • Persiste por más de una semana
  • Aumenta de tamaño
  • Causa dolor o muestra signos de infección
  • Interfiere con la capacidad de hablar o comer

En cualquier caso, si crees que te ha salido un mucocele y te preocupa, lo mejor es acudir a una clínica dental para que un profesional lo evalúe y determine el mejor curso de acción, ya sea un tratamiento conservador o una intervención quirúrgica.

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