En el último artículo explicamos qué es una caries dental y mencionamos que si no se trata a tiempo puede desembocar en un absceso dental, el paso anterior a la pérdida de la pieza dental. Hoy vamos a profundizar un poco más.

No cabe ninguna duda de que ningún paciente quiere verse en esta circunstancia, por ello, en este post explicaremos qué es un absceso dental, cómo se produce, sus síntomas, cómo prevenirlo y cómo tratarlo.

Lee con atención la información y, en caso de que detectes algún síntoma, ponte en contacto con nosotros para visitarnos cuanto antes.

¿Qué es un absceso dental?

Un absceso dental es una consecuencia directa de la infección bacteriana de los tejidos que rodean al diente.

Un absceso dental se produce por la filtración de bacterias dentro del diente, afectando a la pulpa dental, a la raíz de la propia pieza y a todos los tejidos de la misma. La causa más común de estas filtraciones son las caries dentales y las fracturas dentales, ya que suponen una vía de entrada perfecta para las bacterias que se acumulan en la boca.

Tratamiento del absceso dental

Aunque sea menos común, los abscesos dentales también pueden producirse a raíz de una gingivitis o de una periodontitis.

¿Cuáles son los síntomas de un absceso dental?

Un absceso dental es una enfermedad que puede llegar a ser muy dolorosa para el paciente, aunque dependerá del estado del propio absceso, de su profundidad y de las características de cada paciente.

Como te comentamos anteriormente, si notas alguno de los síntomas que te mostramos a continuación, ponte en contacto con nosotros y pide una cita cuanto antes.

Los principales síntomas de un absceso dental son:

  1. Dolor. Es el principal síntoma. Suele ser un dolor intenso y persistente que, con el paso del tiempo, puede llegar a extenderse por otras zonas de la cabeza, como el oído o toda la mandíbula.
  2. Inflamación. La encía se inflama en cuanto comienza el proceso del absceso dental.
  3. Sensibilidad. Tanto al frío como al calor y cuando se mastica.
  4. Aparición de pus. Cuando aparece pus en la boca, o se observa que sale desde la encía, o desde el propio absceso, el paciente ya tiene un absceso maduro y, es el propio organismo el que expulsa la pus. Habitualmente viene acompañado de mal olor y mal sabor al ingerir alimentos.
  5. Fiebre. Si el absceso es muy grave, puede provocar fiebre y malestar general en todo el cuerpo.

¿Se pueden prevenir los abscesos dentales?

Como ocurre con casi el 100% de las enfermedades bucodentales (existe cierto componente genético que, en algunos casos, resulta muy complicado evitar la aparición de enfermedades bucodentales), los abscesos dentales se pueden prevenir.

La prevención los abscesos dentales se puede prevenir con una buena higiene oral, como es un correcto cepillado de los dientes, la utilización de hilo dental, el enjuague bucal y con visitas periódicas al dentista, donde se detectará la enfermedad en fases iniciales, donde será más fácil de tratar.

Cómo prevenir los abscesos dentales

Otro factor que ayuda enormemente a prevenir la aparición de abscesos es reducir el consumo de azúcares.

Tratamiento del absceso dental

La finalidad del tratamiento del absceso dental es eliminar la infección que ha provocado el absceso y, siempre que sea posible, mantener la pieza dental. Cada paciente necesitará de un tratamiento específico que será de mayor o menor complejidad en función de la gravedad del absceso y de las características del paciente.

El tratamiento consiste en la realización de una endodoncia o tratamiento de conducto, con lo que se conseguirá eliminar todo el tejido infectado del interior de la pieza. Posteriormente se sellan los conductos para evitar que se reproduzca.

Tratamiento del absceso dental

En algunos casos, el absceso es de tal envergadura que es posible que además, sea necesario algún tratamiento adicional como la cirugía periapical, o incluso que pueda suponer la pérdida de la pieza.

Los abscesos dentales son muy peligrosos para tu salud bucodental y además puede interaccionar de forma negativa en alguna otra patología como son las cardiovasculares. El mejor tratamiento, como ocurre con otras patologías y enfermedades, es mantener una correcta higiene bucal y visitar al dentista al menos cada 6 meses.

Aquí puedes pedir una cita, o una primera visita, para valorar el estado de tu salud bucal y prevenir la aparición de este tipo de enfermedades.

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