Los dientes también tienen tallas. Están los que encajan en la “M” perfecta, los que se agrandan hacia la “XL” y los que se quedan en la inesperada “XS”. A estos últimos la odontología los llama microdoncia, aunque para el ojo común no son más que dientes demasiado pequeños.
Puede parecer una característica sin importancia, pero basta una foto, un comentario o un gesto frente al espejo para que esa mínima desproporción se convierta en una gran fuente de preocupación en quien la posee.
¿Qué es la microdoncia dental?
La microdoncia es una alteración del desarrollo dental en la que uno o varios dientes son más pequeños de lo normal. Puede afectar a toda la dentición (aunque es raro) o limitarse a piezas concretas.
Lo más habitual es que la microdoncia aparezca en los incisivos laterales superiores, conocidos popularmente como “dientes en forma de cono” o “dientes en palillo”. También puede presentarse en terceros molares (muelas del juicio) o en dientes temporales en los niños.
A menudo se confunde con los dientes desgastados, pero no es lo mismo. El desgaste se produce con el tiempo, mientras que la microdoncia es un defecto de desarrollo: el diente nunca llega a alcanzar el tamaño normal.
Tipos de microdoncia
La microdoncia no siempre se presenta de la misma manera. Existen varios tipos, según cuántos dientes se vean afectados y en qué grado:
- Microdoncia localizada: la más frecuente. Afecta solo a un diente o a un grupo reducido de dientes, generalmente los incisivos laterales superiores.
- Microdoncia parcial: varios dientes son pequeños, aunque no todos. Puede afectar tanto a piezas anteriores como posteriores.
- Microdoncia generalizada: todos los dientes de la arcada son más pequeños de lo normal. Es la menos común y suele asociarse a síndromes o alteraciones genéticas.
La clasificación es importante porque cada tipo tendrá consecuencias distintas en la mordida, la estética y el tratamiento recomendado.
Síntomas y cómo identificarla
El signo más evidente es visual: los dientes afectados se ven más pequeños, más estrechos o con forma anormal. En ocasiones parecen cónicos, en otras son más cortos de lo habitual y dejan espacios antiestéticos entre las piezas.
Pero la microdoncia no solo altera la estética. También puede provocar otros síntomas y consecuencias:
- Espacios interdentales: la reducción de tamaño deja huecos visibles entre los dientes, lo que afecta a la sonrisa y facilita la acumulación de placa.
- Problemas de mordida: si varios dientes son demasiado pequeños, la mordida puede desajustarse y generar desgaste en piezas opuestas.
- Sensibilidad dental: en casos en los que el esmalte es más fino, aumenta la sensibilidad al frío o al calor.
- Impacto psicológico: los pacientes con microdoncia en los incisivos suelen sentirse inseguros al sonreír, lo que repercute en su confianza y autoestima.
Diagnóstico de la microdoncia
El diagnóstico de la microdoncia es principalmente clínico: el dentista identifica visualmente el tamaño reducido de las piezas. Sin embargo, para confirmar la extensión del problema y valorar posibles complicaciones, es fundamental realizar una radiografía dental.
Las radiografías permiten comprobar si el diente tiene la misma reducción de tamaño en la raíz y la corona, si existen alteraciones en las piezas adyacentes y cómo afecta a la oclusión general. En casos complejos, se puede recurrir a estudios más avanzados como el TAC dental, que ofrece imágenes en 3D.
Este diagnóstico radiográfico es esencial para diferenciar la microdoncia de otros problemas como dientes erosionados, fracturas coronarias o alteraciones en el desarrollo óseo.
Diferencias entre microdoncia y macrodoncia
La microdoncia suele ir acompañada en la literatura odontológica de su contraparte: la macrodoncia, un trastorno en el que los dientes son más grandes de lo normal.
Tener dientes demasiado pequeños (microdoncia) o demasiado grandes (macrodoncia) altera la armonía dental y puede provocar problemas funcionales. En algunos casos, un mismo paciente puede presentar microdoncia y macrodoncia en piezas distintas, lo que complica aún más la mordida y la estética.
Tratamientos para la microdoncia
Por suerte, existen múltiples opciones para corregir los dientes con microdoncia y recuperar la estética de la sonrisa:
Carillas dentales
Indicadas para los casos más leves. Se trata de láminas de porcelana o resina que se colocan sobre la superficie visible del diente, aumentando su tamaño y devolviendo proporción a la sonrisa. Con ellas se logran resultados muy naturales.
Coronas dentales
Cuando el diente está muy reducido o presenta alteraciones estructurales, las coronas permiten recubrirlo por completo. Aportan resistencia y mejoran tanto la estética como la funcionalidad.
Ortodoncia combinada
En pacientes que además de microdoncia presentan problemas de mordida, puede ser necesario combinar el tratamiento estético con ortodoncia. Los alineadores transparentes, por ejemplo, ayudan a cerrar espacios y mejorar la oclusión antes o después de colocar carillas o coronas.
Implantes dentales
En casos extremos, cuando la microdoncia afecta a la raíz o existe ausencia de desarrollo completo, puede ser necesario extraer la pieza y reemplazarla con un implante dental. No es lo habitual, pero es una opción eficaz para devolver estabilidad y estética a largo plazo.
Microdoncia en niños: ¿qué hacer?
En los más pequeños, la microdoncia puede aparecer en los dientes de leche. Y aunque muchas veces no reviste gravedad, conviene vigilarla de cerca. La forma y el tamaño de esos dientes temporales influyen en cómo se desarrollan los definitivos, así que no es un asunto menor.
Lo habitual es realizar un seguimiento periódico y esperar a que erupcionen los dientes permanentes para valorar tratamientos estéticos o funcionales. Así se garantiza que la sonrisa del niño se desarrolle de la forma más armónica posible.
Pronóstico y prevención
La microdoncia no puede prevenirse, ya que su origen está en el desarrollo dental y, en algunos casos, en la genética. Sin embargo, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado permiten evitar las consecuencias estéticas y funcionales.
El pronóstico es muy favorable. Con las técnicas actuales, es posible devolver a los dientes su tamaño ideal, mejorar la sonrisa y garantizar una mordida equilibrada.
Por lo tanto, si notas que tienes dientes pequeños o con forma anómala, o sospechas que podrías tener microdoncia, rellena el formulario de cita en nuestra web y valoraremos tu caso con la máxima precisión.