Durante años, la apnea del sueño ha sido una afección subestimada y mal diagnosticada. Con frecuencia, las personas que la padecen no son conscientes de su situación y experimentan una calidad de vida reducida debido al cansancio, la irritabilidad y otros problemas de salud relacionados. En este artículo, exploraremos qué es, sus síntomas y cómo tratarla para que puedas volver a disfrutar de un sueño reparador y mejorar así tu bienestar.
Índice del artículo
¿Qué es la apnea del sueño?
La apnea del sueño es un trastorno relativamente habitual caracterizado por interrupciones temporales y repetitivas de la respiración durante el sueño. Estas interrupciones pueden durar desde unos segundos hasta varios minutos y suelen estar seguidas de un sonido de asfixia o jadeo al reanudar la respiración.
Estos episodios de interrupción de la respiración resultan en un sueño fragmentado y de baja calidad, lo que puede provocar somnolencia diurna, fatiga y otros problemas de salud.
Diferentes tipos de apnea del sueño
Existen tres tipos principales de apnea del sueño: apnea obstructiva del sueño (AOS), apnea central del sueño (ACS) y apnea mixta del sueño.
- La AOS es la forma más común y se produce cuando los músculos de la garganta se relajan durante el sueño, lo que provoca una obstrucción parcial o total de las vías respiratorias.
- La ACS, por otro lado, ocurre cuando el cerebro no envía las señales adecuadas a los músculos que controlan la respiración.
- Por último, la apnea mixta del sueño es una combinación de las dos anteriores.
¿Cómo saber si tengo apnea del sueño?
La apnea del sueño puede ser difícil de diagnosticar, ya que sus síntomas a menudo se confunden con otros problemas de sueño o de salud. Para saber si padecemos apnea del sueño, debemos prestar atención a ciertos signos que pueden indicar la presencia de este trastorno.
Entre ellos, encontramos como los más representativos los ronquidos fuertes y constantes, las interrupciones en la respiración, los jadeos durante el sueño y el hecho de despertarse con sensación de asfixia o ahogo.
No obstante, también suele ser habitual tener una somnolencia diurna excesiva, dificultad para concentrarse e incluso cambios en el estado de ánimo como irritabilidad o depresión.
Por lo tanto, si notas algunos de estos síntomas, es posible que tengas apnea del sueño. En este caso, lo mejor es que hables con un médico para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento. Recuerda que los síntomas pueden variar según el tipo y la gravedad del trastorno, así que es importante que te evalúen bien.
¿Existe tratamiento para la apnea del sueño?
Dependiendo del tipo y la gravedad de la apnea del sueño, hay diferentes tratamientos que podrían funcionar. Estas opciones implican:
A. Cambios en el estilo de vida
A veces, con solo hacer algunos cambios en el estilo de vida, se pueden reducir los síntomas de la apnea del sueño. Por ejemplo, perder peso, no tomar alcohol ni sedantes antes de dormir, tener un horario de sueño regular y acostarse de lado en lugar de boca arriba son hábitos que pueden mejorar la salud y con ello la apnea del sueño.
B. Dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP)
El tratamiento más conocido para la apnea del sueño es el uso de un dispositivo de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés).
Este aparato suministra aire a presión a través de una mascarilla que hay que ponerse durante el sueño, lo que ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas y evita que la respiración se interrumpa.
C. Dispositivos de avance mandibular
Los dispositivos de avance mandibular son una especia de aparatos dentales que se ajustan a la boca y ayudan a mantener la mandíbula en una posición adelantada durante el sueño. Esto puede evitar que las vías respiratorias se obstruyan y reducir así los síntomas de la apnea del sueño en los casos no tan graves.
D. Cirugía
En casos más serios o cuando otros tratamientos no han funcionado, se puede considerar la cirugía para tratar la apnea del sueño. Hay varias opciones quirúrgicas como la uvulopalatofaringoplastia, la amigdalectomía, la adenoidectomía y la cirugía maxilofacial. Pero esto es algo que te explicará mejor tu médico o dentista.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la apnea del sueño?
Si no se trata, la apnea del sueño puede tener efectos secundarios graves para la salud. Entre las consecuencias más habituales se encuentran la fatiga y la somnolencia diurna, las cuales pueden repercutir en el desempeño laboral, las actividades cotidianas y la vida social de quien la padece.
Asimismo, las interrupciones en la respiración que ocurren durante el sueño pueden provocar variaciones en los niveles de oxígeno en el cuerpo, lo que incrementa la presión arterial y el riesgo de padecer hipertensión.
Otro efecto secundario relevante de la apnea del sueño es el aumento en la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, atribuible a la falta de oxígeno y las fluctuaciones en la presión arterial mientras se duerme.
La apnea del sueño también puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, ya que la falta de descanso nocturno afecta la forma en que el cuerpo procesa la glucosa. Por lo tanto, la apnea del sueño y la obesidad a menudo están relacionadas, y una puede agravar los síntomas de la otra.
Por último, este trastorno puede causar problemas de depresión y ansiedad, y un mayor riesgo de accidentes de tráfico debido a la somnolencia excesiva durante el día.
Afortunadamente, todo esto puede llegar a evitarse con un tratamiento adecuado. Así que ponte en manos de tu odontólogo ¡y vuelve a disfrutar de un sueño sin interrupciones!