Imagina tener un diente «escondido», uno que, por alguna razón, nunca ha logrado abrirse paso a través de la encía. Suena extraño, ¿verdad? Pues bien, esto es más común de lo que crees. Los dientes impactados son aquellos que, por diversas razones, quedan atrapados debajo de las encías o dentro del hueso. ¿Quieres descubrir por qué sucede esto y qué consecuencias puede tener para tu salud bucal? ¡Sigue leyendo y resuelve todas tus dudas!
¿Qué es un diente impactado?
Un diente impactado es un diente que, por diversas razones, no ha logrado erupcionar correctamente a través de la encía en su posición normal dentro de la boca. Este problema aparece cuando no hay suficiente hueco en la mandíbula para que el diente emerja completamente o cuando un diente se encuentra mal alineado, lo que impide su correcta erupción.
Aunque cualquier diente puede verse afectado, los dientes que más se impactan, debido a su ubicación, son las muelas del juicio (también llamadas terceros molares) y los caninos superiores.
¿Por qué es importante entender y tratar los dientes impactados? En primer lugar, un diente impactado puede volverse una fuente constante de molestias, con infecciones recurrentes y dolor, que afecta a la calidad de vida del paciente. Además, si no se trata a tiempo, un diente impactado es posible que dañe los dientes que lo rodean, formando quistes o incluso tumores en casos extremos.
Los dientes impactados en niños suponen una pesadilla aún mayor, ya que pueden interferir con el desarrollo normal de la dentadura y la alineación de los dientes permanentes. Por ello, la detección temprana es crucial para evitar así complicaciones a largo plazo.
¿Cuáles son las causas de la impactación dental?
Existen diversas razones por las cuales un diente queda impactado. Una de las más habituales es la falta de espacio en la mandíbula para que el diente pueda erupcionar correctamente. Esto sucede, sobre todo, con las muelas del juicio, ya que, al ser las últimas en salir, muchas veces no tienen suficiente hueco para hacerlo de manera adecuada.
También se produce cuando un diente tiene un crecimiento anómalo (lo hace en la dirección incorrecta, se inclina hacia adelante, hacia atrás, hacia los lados…) o por haber sufrido un golpe o traumatismo en la zona.
No obstante, la genética juega igualmente un papel importante, ya que algunas personas presentan una predisposición a desarrollar dientes impactados debido a la forma y tamaño de sus mandíbulas o dientes.
En los niños, la pérdida prematura de dientes de leche o la presencia prolongada de los mismos más allá de su tiempo normal también pueden contribuir a la impactación de los dientes permanentes.
Síntomas de un diente impactado
Un diente impactado no siempre presenta síntomas evidentes, especialmente en sus primeras etapas. Sin embargo, a medida que la impactación progresa, es posible que aparezcan problemas más graves y notorios.
Dolor o molestias:
Uno de los primeros signos de un diente impactado es el dolor en la zona afectada. Este dolor puede ser leve o intenso, constante o intermitente, y a menudo se agrava al masticar o al abrir la boca.
Inflamación y enrojecimiento:
Conforme el diente intenta erupcionar, pero no lo logra, las encías alrededor del área afectada se inflaman y se enrojecen. Esta inflamación es una respuesta natural del cuerpo al diente que está luchando por salir. En algunos casos, la encía puede incluso infectarse, lo que provoca una mayor inflamación, dolor y sensibilidad.
Mal aliento y mal sabor en la boca:
Un diente impactado crea una especie de «bolsillo» en las encías donde se acumulan restos de comida y bacterias. Esto no solo podría producir un mal aliento persistente, sino también un mal sabor en la boca que no desaparece con el cepillado.
Dificultad para abrir la boca:
En casos graves, la impactación de un diente conduce a una situación llamada “trismus”, que es la dificultad para abrir la boca completamente. Este problema interfiere enormemente en las actividades cotidianas como comer, hablar y cepillarse los dientes.
Infecciones recurrentes:
Las muelas del juicio impactadas son susceptibles a la infección conocida como pericoronitis. Dicha infección ocurre cuando las bacterias invaden el tejido blando que rodea un diente parcialmente erupcionado, causando dolor, hinchazón y, en algunos casos, pus.
Síntomas en niños:
En los niños, los síntomas de un diente impactado suelen ser más difíciles de detectar, ya que los pequeños no siempre son capaces de expresar claramente lo que sienten. Además del dolor y la inflamación, como padres debemos estar atentos a señales como la ausencia de erupción de un diente en el tiempo esperado, el cambio en los patrones de masticación, o incluso el rechazo a ciertos alimentos debido al dolor.
¿Cómo identificar o diagnosticar un diente impactado en adultos y niños?
Lo normal es que el diagnóstico de un diente impactado comience en la consulta dental, donde se realizará un examen exhaustivo de la boca, buscando signos visibles de impactación.
Después, para confirmar dicho diagnóstico, se recurre a las radiografías ya que permiten al dentista ver la posición exacta del diente dentro del hueso y determinar si está impactado. En algunos casos, cuando la situación es más compleja o si se planea un tratamiento quirúrgico, puede ser necesario realizar también una tomografía computarizada (TC).
¿Cuál es el tratamiento para un diente impactado?
Según el tipo de diente afectado, la edad del paciente, la gravedad de la impactación y la presencia de síntomas, se utilizará un tratamiento u otro:
Extracción dental:
En muchos casos, la mejor opción es extraer el diente impactado, especialmente si está causando dolor, infecciones o si existe el riesgo de dañar otros dientes. Este procedimiento puede ser simple o requerir una cirugía menor, dependiendo de la profundidad y posición del diente, realizándose siempre bajo anestesia.
Ortodoncia:
Cuando se trata de caninos impactados en niños o adolescentes, la ortodoncia puede es probablemente uno de los mejores remedios ya que ayuda a guiar al diente impactado hacia su posición correcta en la arcada dental. Los brackets y demás dispositivos para alinear los dientes, colocan las piezas, mejoran la mordida y crean espacio para el diente impactado.
Cirugía de exposición y tracción:
Para los caninos impactados que están atrapados dentro del hueso, se puede realizar un procedimiento quirúrgico conocido como exposición y tracción. Durante esta cirugía, el dentista o cirujano oral expone el diente impactado a través de una pequeña incisión en la encía. Luego, se coloca un dispositivo ortodóntico que se utiliza para guiar el diente hacia su posición correcta en la boca. Este procedimiento se suele combinar con el anterior para lograr una alineación completa.
Tratamientos adicionales:
En casos donde un diente impactado ha causado una infección o daño a los dientes adyacentes, es posible que se necesiten realizar tratamientos adicionales. Estaríamos hablando, entre otros, de limpieza profunda para eliminar la placa y las bacterias de la zona afectada, endodoncias si el nervio del diente ha sido dañado, o incluso restauraciones dentales para reparar dientes que hayan sufrido daños por la presión del diente impactado.
En Rubal Dental, nos comprometemos a ofrecer un diagnóstico preciso y un tratamiento efectivo para todos nuestros pacientes. Si sospechas que tú o tu hijo podríais tener un diente impactado, te invitamos a contactar con nosotros para una evaluación profesional.