¿Experimentas dificultad al abrir la boca para comer o al bostezar? ¿Sientes dolor al mover la mandíbula o escuchas un sonido de clic cada vez que intentas hablar? Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, es posible que estés sufriendo trismus dental, un incómodo problema que puede convertir las actividades más simples en auténticos retos.
En este artículo, hablaremos en profundidad sobre ello. Descubrirás cómo identificar el trismus dental, qué medidas puedes tomar para prevenirlo y cuáles son las opciones de tratamiento disponibles para recuperar por completo la funcionalidad de tu mandíbula.
Si vives en la capital de la Costa del Sol y tienes este problema, tu dentista en Málaga te espera para estudiar tu caso.
¿Qué es el trismus dental?
El trismus dental se define como la reducción en la capacidad de abrir la mandíbula en un rango de movimiento de menos de 35 milímetros entre los incisivos superiores e inferiores, lo cual es considerablemente menor que el rango normal de 40 a 60 milímetros. Esta limitación puede ser temporal o crónica, dependiendo de la causa que lo provoque.
Normalmente el trismus se produce cuando los músculos de la masticación se contraen o se inflaman, o cuando hay una afectación mecánica o neurológica que impide su normal funcionamiento.
Desde el punto de vista odontológico, es frecuente ver trismus en pacientes que han padecido procedimientos dentales extensos, traumas en la zona maxilofacial o infecciones en los tejidos adyacentes. Sin embargo, también puede ser indicativo de problemas más graves como trastornos de las articulaciones temporomandibulares (ATM) o ciertas formas de artritis.
¿Cuáles son las causas del trismus dental?
El trismus es el resultado de varios factores, que varían en gravedad y forma. En nuestra práctica clínica, hemos identificado las siguientes causas como las más frecuentes:
- Infecciones: Abscesos dentales, infecciones pericoronarias (como las que ocurren cuando un molar de juicio está erupcionando), y otras infecciones orales pueden inflamar los tejidos y músculos circundantes, llevando al trismus.
- Trauma: Lesiones en la cara o la mandíbula, ya sea por accidentes o durante tratamientos dentales invasivos, producen hinchazón y espasmos musculares que limitan el movimiento mandibular.
- Complicaciones postquirúrgicas: Algunos procedimientos dentales o quirúrgicos, especialmente aquellos que involucran las muelas del juicio o intervenciones en las articulaciones temporomandibulares, acaban derivando en trismus como complicación postoperatoria.
- Trastornos de la ATM: Algunos problemas en las articulaciones temporomandibulares se manifiestan como trismus, debido a la disfunción de las articulaciones que conectan el cráneo con la mandíbula.
- Radioterapia: Pacientes que reciben radioterapia en la cabeza y cuello pueden desarrollar trismus como efecto secundario del tratamiento, debido a la fibrosis de los tejidos blandos.
Síntomas y signos de alerta
El trismus dental se presenta de diferentes maneras, pero hay síntomas concretos a los que hay que prestar especial atención:
- Limitación en la apertura de la boca: Dificultad o incapacidad para abrir la boca completamente, a menudo descrita como una sensación de que la mandíbula está «atascada» o «bloqueada».
- Dolor al mover la mandíbula: Dolor o incomodidad al masticar, hablar o bostezar.
- Ruidos articulares: Sonidos como clics o crujidos al mover la mandíbula, que pueden indicar problemas en las articulaciones temporomandibulares.
- Hinchazón facial: Inflamación visible en el área de la mandíbula o cerca de ella, especialmente si se asocia con dolor o enrojecimiento.
Si alguna vez experimentas estos síntomas, te recomendamos que busques atención dental inmediata ya que detectar y tratar el trismus temprano evitará complicaciones más serias y disminuirá la duración del tratamiento.
¿Cómo se diagnostica trismus dental?
El diagnóstico preciso del trismus deberá ser llevado a cabo por un profesional. En nuestra clínica dental, el proceso de diagnóstico comienza con una evaluación exhaustiva de los síntomas del paciente, su historia médica y un examen físico detallado.
De forma más específica, se puede llevar a cabo lo siguiente:
- Examen físico: Se evalúa la amplitud de la apertura bucal, se mide la distancia entre los incisivos superiores e inferiores, y se observa la simetría del movimiento mandibular.
- Pruebas de imagen: A veces es necesario realizar radiografías, tomografías computarizadas (TAC) o resonancias magnéticas (RM) para evaluar las estructuras óseas de la mandíbula y las articulaciones temporomandibulares, así como para detectar cualquier anomalía latente.
- Evaluación de la función muscular: Se pueden solicitar pruebas adicionales para evaluar la salud y funcionalidad de los músculos masticatorios y su interacción con otras estructuras cráneo-faciales.
Este enfoque multidisciplinario nos permite identificar la causa específica del trismus, ya sea una infección, trauma, problema articular o una complicación postquirúrgica, facilitando así un tratamiento más dirigido y efectivo.
¿Cuánto dura el trismus dental?
La duración del trismus varía considerablemente dependiendo de la causa que haya detrás y de la rapidez con la que se busca y recibe tratamiento. En general, los casos leves de trismus causados por procedimientos dentales menores o lesiones leves pueden resolverse en pocas semanas con el cuidado adecuado.
Sin embargo, situaciones más complejas como las complicaciones postquirúrgicas o las infecciones severas suelen requerir de varios meses de tratamiento intensivo.
En cualquier caso, si se siguen todas las recomendaciones e indicaciones dadas por el dentista, el tratamiento será mucho más eficaz y, por consiguiente, se minimizará la duración del trismus.
¿Cómo curar el trismus dental?
Nuestra meta como dentistas es aliviar el dolor, aumentar la movilidad de la mandíbula y tratar los problemas derivados de ello. Para ello, utilizamos los siguientes tratamientos:
- Medicamentos: Se recomienda el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para reducir la inflamación y el dolor. En casos de infección, se pueden prescribir también antibióticos.
- Terapia física: Esta es una parte crucial del tratamiento que incluye ejercicios para mejorar la apertura de la boca y fortalecer los músculos. La terapia puede ser guiada por un fisioterapeuta especializado en trastornos de la ATM.
- Férulas o dispositivos de apertura: En algunos casos, se suelen utilizar dispositivos que ayudan a aumentar gradualmente la apertura de la boca.
- Inyecciones: Para casos más severos, las inyecciones de corticosteroides son útiles para manejar la inflamación.
- Cirugía: En situaciones extremas, donde el trismus es causado por anormalidades estructurales o no responde a otros tratamientos, puede considerarse la cirugía para corregir las articulaciones o liberar los músculos afectados.
Ejercicios para el trismus dental
Los ejercicios específicos para el trismus son esenciales para mejorar la amplitud de movimiento de la mandíbula y deben realizarse regularmente como parte del tratamiento. Aquí presentamos algunos ejercicios más eficaces:
- Ejercicios de apertura y cierre: Abrir la boca tanto como sea posible sin causar dolor, mantener la posición durante unos segundos y luego cerrar lentamente. Repetir varias veces al día.
- Estiramiento lateral: Con la boca ligeramente abierta, mover la mandíbula suavemente de lado a lado.
- Estiramiento frontal: Empujar suavemente el mentón hacia adelante para estirar los músculos, manteniendo esta posición durante unos segundos antes de volver a la posición inicial.
- Masajes: Masajear los músculos de la mandíbula y alrededor de la boca puede ayudar a aliviar la tensión y mejorar la circulación en el área.
Se recomienda realizarlos varias veces al día, según las indicaciones dadas.
En cualquier caso, siempre que haya preocupación por algún dolor o movimiento anormal de la mandíbula, lo mejor es acudir cuanto antes a una clínica dental para que se haga una revisión completa. ¡Pide tu cita aquí!
