En nuestras clínicas odontológicas de Málaga recibimos visitas de padres preocupados por el frenillo labial y por el frenillo lingual de sus hijos, ya sea por el grosor, por la longitud o por la posición del mismo. En este post queremos explicarte qué es el frenillo, cómo debería ser su desarrollo, en qué casos y cómo se trataría.
Índice del artículo
¿Qué son los frenillos labiales y linguales y qué función tienen?
Los frenillos son bandas de tejido, fibroso y muscular, que se sitúan en la parte central de la boca, concretamente en la lengua, en la encía y en el labio.
Todas las personas tenemos frenillo en la boca, aunque es raro que dos personas compartan exactamente las mismas características de este, ya que suele sufrir alteraciones, las cuales dependen de numerosos factores. Por ello, no existe un frenillo idéntico al otro, ya que pueden alterarse desde su posición, hasta su composición o su forma, entre otros factores.
En cuanto a su funcionalidad, los frenillos se encargan de unir una parte de la boca que se mueve con otra parte fija, como la lengua con la mandíbula o los labios con las encías.
Tipos de frenillo: labial y lingual
Existen tres tipos de frenillos dentales:
- Frenillo labial inferior
- Frenillo labial superior
- Frenillo lingual
Labial inferior
El frenillo labial inferior es un repliegue de mucosa que se sitúa en la zona intermedia de la boca, uniendo el labio inferior con la encía.
El principal problema que puede generar es la recesión gingival.
Labial superior
Se trata de un repliegue que une el labio superior con la encía superior. Se presenta tanto en niños como en adultos, pudiendo variar tanto en forma como grosor, longitud y otros factores.
En función de las alteraciones y de las características de cada paciente, el frenillo labial superior puede provocar las siguientes alteraciones:
- Separación de los incisivos superiores.
- Labio excesivamente corto.
- Problemas para el cepillado de los dientes.
- Limitación de movimientos del labio superior.
Lingual
Se trata de una banda de tejido que va desde la punta de la lengua hasta el suelo de la boca, uniendo ambas estructuras. Su principal función es el control y movimiento de la lengua durante la pronunciación y la masticación.
Posibles anomalías del frenillo y sus consecuencias
Los frenillos, tanto los labiales como el lingual, pueden presentar anomalías en forma, posición y composición, generando diversas alteraciones, como podrían ser:
- Exceso de grosor.
- Posición cercana a los incisivos, provocando una separación excesiva entre los mismos.
- Excesivamente corto o largo.
- Posición desplazada lateralmente.
Para evitar que estas anomalías desemboquen en problemas, resulta crucial acudir al dentista con visitas periódicas cada 6 meses o, al menos, cada 12 meses.
Frenillo lingual corto vs largo
La longitud del frenillo lingual (que une la lengua con la estructura maxilofacial), tiene diferentes implicaciones según su longitud, tanto si es corto como si es largo.
En el caso de presentar un frenillo lingual corto, el paciente presentará problemas para levantar la lengua. En el caso de los bebés (son los pacientes que con mayor frecuencia presentan el frenillo lingual excesivamente corto), puede generarles problemas en el momento de la lactancia, así como cuando comiencen a masticar y a hablar.
Por otra parte, aquellos pacientes que cuentan con un frenillo dental largo evitan los problemas anteriormente expuestos, ya que el frenillo largo evita molestias en la masticación y en la pronunciación, favoreciendo un correcto desarrollo de todas las estructuras maxilofaciales.
¿Qué hacer en caso de que se rompa el frenillo lingual o alguno de los labiales?
No pierdas la calma, la rotura del frenillo lingual es algo habitual, especialmente en niños:
- No presiones la zona para tratar de cortar la hemorragia.
- Limpia un poco la zona con suero fisiológico.
- Aplica hielo con una gasa limpia para evitar que se inflame la zona.
- Acude de urgencia al dentista, o en su caso a un centro de salud o al hospital para que lo valore un experto.
Desde Rubal Dental esperamos que este artículo te haya servido para aprender más sobre el frenillo dental y las implicaciones que puede tener en tu día a día y en el crecimiento de los más pequeños.
Por ello te recomendamos que acudas al dentista para revisar el estado de tu salud bucodental y de tus frenillos labiales y linguales.