Visualiza la típica mañana en la clínica dental. Estás allí, sentado en la silla del dentista, a punto de recibir un empaste. Mientras el dentista prepara sus herramientas, un mar de preguntas te invade: ¿En qué consiste realmente un empaste? ¿Cuánto tiempo estaré aquí? A lo largo de este artículo, responderemos a todas esas preguntas, llevándote a través del proceso de empaste dental, desde la preparación hasta la finalización, para que la próxima vez que tengas que enfrentarte a uno vayas sin ninguna duda y con la máxima confianza.
Índice del artículo
¿Qué es un empaste dental?
Un empaste dental, a menudo referido simplemente como «empaste», es un procedimiento odontológico realizado para restaurar la integridad, la función y la morfología de un diente dañado, principalmente debido a las caries.
Cuando una caries dental no se trata, puede deteriorar el diente, llevando a infecciones y, en casos extremos, a la pérdida del mismo. Los empastes son la solución para prevenir estos problemas, rellenando las cavidades que la caries ha creado en el diente.
El proceso comienza con la eliminación de la parte del diente que está afectada. Luego, el área se limpia cuidadosamente para evitar infecciones y se prepara para el empaste, pero veremos esto de forma más detallada en las próximas secciones.
En cuanto a los materiales utilizados para realizar empastes, hay distintos tipos, cada uno con sus ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, la amalgama es uno de los más utilizados, por su durabilidad, así como las resinas compuestas, que se eligen por su capacidad para mimetizar el color del diente natural.
¿Cómo sé si necesito un empaste dental?
En nuestra clínica, el proceso de determinar si un paciente necesita un empaste comienza con un examen dental exhaustivo. Creemos firmemente en la prevención y en la detección temprana de problemas dentales, por eso, durante las revisiones rutinarias, nuestros dentistas utilizan una combinación de exámenes visuales y radiografías para identificar signos de caries.
Las señales que pueden indicar la necesidad de un empaste incluyen sensibilidad dental, especialmente al calor, al frío o al dulce; dolor al morder; manchas visibles en los dientes; y pequeñas cavidades o agujeros. Sin embargo, en algunas ocasiones, las caries no presentan síntomas notables hasta que han avanzado, de ahí la importancia de las visitas regulares al dentista para detecciones tempranas.
El diagnóstico temprano es clave para evitar tratamientos más invasivos en el futuro, ya que cuando se descubre un empaste en una etapa inicial, se puede preservar la mayor cantidad posible de la estructura dental natural del paciente, y se garantiza un resultado más saludable y duradero.
¿Cómo se hace un empaste?
Una vez que se ha diagnosticado la necesidad de un empaste, se procederá al tratamiento. Aquí describimos el proceso paso a paso:
- Preparación del diente: El área alrededor del diente afectado se anestesia para minimizar la incomodidad. Una vez que el diente está adormecido, se utiliza un taladro u otra herramienta para eliminar cuidadosamente la parte del diente que está dañada.
- Limpieza de la cavidad: Después de retirar la caries, el dentista limpia la cavidad para eliminar bacterias y restos. Esta etapa es crucial para prevenir futuras infecciones.
- Aplicación del empaste: Después se selecciona el material de empaste, que puede ser amalgama, resina compuesta, oro, o porcelana, entre otros. El material se inserta en la cavidad y se moldea para coincidir con la forma del diente.
- Secado y pulido: Si se usa resina compuesta, se aplicará una luz especial para endurecer rápidamente el material. Luego, se pulirá el empaste para asegurar que la mordida del paciente sea cómoda y que el empaste no interfiera con la masticación.
Este procedimiento no solo restaura la función del diente, sino que también previene la progresión de la caries y protege el nervio del diente.
¿Cuánto tiempo se tarda en hacer un empaste?
Una pregunta común entre los pacientes es cuánto tiempo necesitarán dedicar al procedimiento del empaste. Pues bien, generalmente, el proceso de empaste dental es relativamente rápido, pudiendo variar entre 20 minutos y una hora.
El tiempo exacto depende de varios factores como la extensión de la caries, la ubicación del diente afectado y el tipo de material de empaste utilizado. Por ejemplo, un empaste en un diente posterior que requiere la eliminación de una caries profunda puede llevar más tiempo que un empaste superficial en un diente frontal.
Además, el tiempo en la clínica dental suele incluir también la preparación para el procedimiento y un breve período de recuperación después del empaste, especialmente si se ha utilizado anestesia local.
Cuidados post-empaste y mantenimiento posterior
Tras recibir un empaste, hay que tratar de seguir las instrucciones de cuidado proporcionadas por el dentista para asegurar una curación adecuada y prolongar la vida del empaste.
Lo primero de todo es que, justo después del procedimiento, no se consuman alimentos y bebidas muy calientes o fríos, especialmente si hay sensibilidad temporal en el diente tratado.
Por otro lado, la higiene oral también resulta imprescindible; cepillarse los dientes dos veces al día y usar hilo dental diariamente ayuda a mantener el empaste y los dientes circundantes en buen estado. Además, es importante evitar hábitos que puedan dañar el empaste, como morder objetos duros o usar los dientes como herramientas.
Ya más a largo plazo, las revisiones regulares con el dentista son fundamentales para monitorear la integridad del empaste y la salud dental en general. Así pues, siguiendo estos sencillos pasos y, con el cuidado adecuado, un empaste puede mantener su funcionalidad y estética durante muchos años.
En cualquier caso, si crees que podrías necesitar un empaste o tienes más preguntas sobre el procedimiento, no dudes en contactar con nuestra clínica dental para obtener asesoramiento personalizado. Recuerda, cuidar de tus dientes es una inversión en tu salud general y bienestar.