¿Sabías que la caries dental es la enfermedad crónica más común en la infancia? Afecta a millones de niños en todo el mundo, causando dolor, sensibilidad, pérdida de dientes e incluso infecciones graves. Frente a este desafío, la prevención es nuestra herramienta más valiosa. Los selladores dentales representan una de las estrategias preventivas más eficaces, diseñadas para proteger los dientes de los niños en sus años más vulnerables. Este artículo se centra en desvelar los beneficios de los selladores dentales, cómo funcionan y por qué son una inversión crucial en la salud bucal de tus hijos.

¿Qué son los selladores dentales?

Los selladores dentales son una medida preventiva utilizada en odontología para proteger los dientes contra la caries. Consisten en un material plástico que se aplica en las superficies de masticación de los molares y premolares. Estas superficies son propensas a acumular restos de comida y bacterias debido a sus fisuras y hendiduras profundas. El sellador actúa como una barrera, protegiendo el esmalte de los dientes de la exposición a ácidos y bacterias que causan la caries.

Como se puede ver, los selladores dentales son una solución segura y efectiva para prevenir la caries dental en niños. Son fáciles de aplicar, no requieren anestesia y el procedimiento es indoloro.

Además, los selladores dentales pueden durar hasta 10 años, lo que los convierte en una inversión rentable en la salud bucal a largo plazo.

¿Qué beneficios tienen los selladores dentales en niños?

Selladores dentales en niños

El uso de selladores dentales en niños ofrece numerosos beneficios, fundamentales para el mantenimiento de una salud oral óptima desde la infancia.

El principal beneficio es la prevención eficaz de las caries. Al sellar las fisuras y hendiduras en las superficies de masticación, los selladores impiden que los restos de comida y las bacterias se acumulen y causen daño. Esta barrera protectora es especialmente valiosa durante la infancia y la adolescencia, períodos en los que los niños son más susceptibles a las caries debido a hábitos alimenticios y de higiene en desarrollo.

Además, los selladores dentales proporcionan una protección duradera. Una vez aplicados, pueden proteger los dientes durante varios años, aunque es importante realizar chequeos regulares para asegurarse de que sigan en su lugar y funcionando correctamente.

Tipos de selladores dentales y sus características

En la odontología moderna, existen principalmente dos tipos de selladores dentales: los selladores a base de resina y los selladores de vidrio ionómero. Cada tipo tiene sus propias características las cuales los hacen adecuados para diferentes necesidades y situaciones.

Los selladores a base de resina son ampliamente utilizados debido a su fuerte adhesión al esmalte dental y su durabilidad. Estos selladores se aplican en forma líquida y se endurecen rápidamente bajo una luz especial, formando una capa protectora dura. Son ideales para niños que ya tienen una buena higiene oral y no presentan caries activas.

Por otro lado, los selladores de vidrio ionómero son conocidos por su capacidad para liberar fluoruro, un mineral que fortalece el esmalte dental y ayuda a prevenir la formación de caries.

Aunque no son tan duraderos como los selladores a base de resina, son una excelente opción para niños con un mayor riesgo de caries o aquellos que tienen dificultades para mantener una buena higiene oral.

La elección entre estos tipos de selladores dependerá de varios factores, incluyendo las necesidades específicas del niño, el juicio clínico del dentista, y las preferencias de los padres o cuidadores.

¿Para quiénes son recomendables los selladores dentales?

Selladores dentales

Los selladores dentales son recomendables para niños que han desarrollado dientes permanentes sanos, ya que ofrecen una protección eficaz contra las caries en estas etapas cruciales de crecimiento.

Sin embargo, también son especialmente útiles para aquellos pequeños que tienen un alto riesgo de caries, ya sea debido a su historial dental, hábitos alimenticios, o dificultades en mantener una higiene oral óptima.

Además, son ideales para niños con dientes que presentan fisuras y surcos profundos en las superficies de masticación, ya que estas áreas son más susceptibles a acumular residuos de comida y bacterias, aumentando el riesgo de caries.

¿Cómo es el proceso de aplicación de selladores dentales?

La aplicación de selladores dentales es un procedimiento rápido y sin dolor que se realiza de forma habitual en la consulta del dentista.

El proceso comienza con la limpieza a fondo del diente que va a ser sellado. Esta limpieza es necesaria para asegurar que no haya residuos de comida o placa en la superficie del diente. Luego, el diente se seca y se coloca un ácido suave sobre su superficie durante unos segundos. Este ácido crea una textura rugosa en el esmalte que ayuda al sellador a adherirse más eficazmente.

Después de enjuagar y secar nuevamente el diente, se aplica el sellador dental. Este se coloca en estado líquido para que pueda fluir profundamente en las fisuras y grietas del diente. Una vez en su lugar, el sellador se endurece rápidamente, generalmente con la ayuda de una luz especial que cataliza el proceso. Este proceso no causa molestias y se completa en solo unos minutos.

La rapidez y simplicidad del procedimiento lo hacen ideal para niños, quienes pueden retomar sus actividades normales inmediatamente después de la aplicación.

Consideraciones y cuidados de los selladores dentales

Aunque los selladores dentales son altamente efectivos para prevenir las caries, es importante recordar que no reemplazan una buena higiene oral. Los niños que los llevan deben igualmente cepillarse los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental con flúor. Además, se aconseja evitar el exceso de alimentos y bebidas azucaradas que pueden aumentar el riesgo de caries.

Por otro lado, es normal que con el tiempo los selladores se desgasten o, incluso lleguen a desprenderse parcial o totalmente del diente, por lo que es necesario acudir al dentista de forma regular para para chequeos y mantenimiento de los mismos. Durante las visitas de rutina, el dentista revisará los selladores y, si es necesario, los reparará o reemplazará para asegurar que continúen ofreciendo la máxima protección.

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